El año 2021 viene marcado por 2 grandes acontecimientos en lo que el sector eléctrico respecta; el cambio de tarifas del 01 de junio y una constante subida de los precios que ha alcanzado récords históricos.
¿Por qué sube el precio de la luz?
Un aumento del precio de la luz en verano suele ser común debido a la disminución de producción energética por parte de las energías renovables por escasas lluvias y falta de viento. El precio de la luz va directamente ligado al mix energético, el porcentaje de energía renovable vs. convencional que se utiliza para cubrir la demanda nacional. Por norma general, la energía renovable tiene un coste de producción menor, por lo que una mayor presencia de ellas en el mix implica un abaratamiento del coste de la luz. De lo contrario, una mayor presencia de otras fuentes de energía basadas en el consumo de gas natural encarece el precio de mercado.
La quema de combustibles fósiles presentes en estas fuentes de energía convencionales se ve directamente afectada por unos precios del gas excesivamente altos (Mercado TTF ha alcanzado un 450% superior respecto al año pasado) y un aumento de los derechos de emisiones de CO2. Ambos impactos han encarecido la oferta de dichas fuentes de energía y por ente el precio final del pool diario.
Finalmente, estás subidas se han visto ensalzadas mediante al sistema de fijación de precios que tenemos en el mercado español, un sistema marginalista que determina los precios de mañana.
¿Qué es el sistema marginalista y que impacto tiene en el mercado?
Existen subastas de energía diarias en las que los productores de energía ofertan la energía según su precio de producción. Se organizan desde la más barata a más cara mientras las comercializadoras van pujando por ellas para cubrir la demanda de sus clientes. La última oferta pujada, resultando en la más cara, es la que establece el precio al cual se pagará la energía del día siguiente. Todo este proceso lo desempeña OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía), fijando así los precios del pool de mercado que se ofertaran al día siguiente.
Esto supone una polémica directa acerca del precio que pagan los consumidores, ya que a pesar de contar con el suministro de energías con un precio inferior, es la última puja (siendo esta la más cara) la que determina el precio de toda la energía.
Está tendencia se espera que se mantenga a lo largo de todo el año y no experimentemos bajadas hasta 2022, afectando no solo al mercado español sino viéndose replicada a lo largo de muchos de los mercados europeos.